6/10/09

La artrosis y su solución

Seguro que Usted se identifica o conoce a alguien que padece dolores de cabeza, articulaciones, lumbago o ciática, o a alguien que ha padecido problemas en caderas, en las rodillas o en la planta de los pies.
El diagnóstico que suele hacerse de este tipo de dolencias es osteoporosis, espondiloartritis o algún tipo de artrosis por desgaste. La artrosis de larga duración suele generar otros problemas graves como osteoporosis o a veces aparecen zonas moradas dolorosas, junto a estados depresivos, molestias generales o digestiones dificultosas. Trastornos que pensamos no tienen que ver con la artrosis.



A veces se recomienda la intervención quirúrgica tras haber intentado llevar algún tipo de suspensorio o corsé, donde se lleva a cabo algún tipo de injerto de un hueso que tengamos sano al que tenemos dañado o desgastado.
Por supuesto, la gimnasia o algún tipo de ejercicio de fuerza o tonificación adaptado es una de las prescripciones más saludables pero más dudosas son las pastillas de corticoides, inyecciones, analgésicos y sedantes, cuyos efectos secundarios van desde simples yagas en la boca, pasando por estados de humor variable o atontamiento, hasta incluso provocar a menudo una diabetes que en el pero de los casos puede ser irreversible.
Si usted padece artrosis, ¿le han preguntado alguna vez qué es lo que come?, porque en nuestros hábitos alimentarios puede estar la respuesta
La artrosis, concretamente, es una enfermedad degenerativa de la que siempre se ha dicho que no tiene cura, que es irreversible y que el cartílago no se regenera nunca.
El desgaste empieza en el cartílago de una articulación. El cartílago es una sustancia viscosa formada por proteínas, que se asemeja a la clara del huevo y hace el papel de la grasa en el motor de un coche: amortiguar y lubricar la articulación. Cuando este cartílago se deteriora los huesos empieza a rozar directamente produciendo dolor.
 Pero para ser exactos, la artrosis no es en si una enfermedad contraída sino una enfermedad degenerativa, provocada por nuestros hábitos en la mayoría de los casos.
La artrosis es un problema de alteración en la química de nuestro organismo, donde la reposición de sustancias nutritivas para renovar el cartílago no se produce adecuadamente o lo hace lentamente.
Esa química alterada generalmente se multiplica enormemente si nuestros hábitos alimentarios no son correctos e incluso muchas veces pueden ser la causa sin saberlo, de nuestra artrosis.
El problema se reduce en esencia a una carencia en la fabricación de proteínas que tiene que ver directamente con nuestros hábitos alimentarios.

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